MIÉRCOLES NEGRO
La emergencia que vive nuestro país en materia de violencia de género es cada día más apremiante, entre el 1° de enero y el 17 de octubre de este año se perpetraron 226 femicidios, y sólo en el último mes murió una mujer cada 21 horas a manos de un hombre.
La aberrante muerte de Lucia Pérez, en la ciudad de Mar del Plata, fue el disparador de una nueva movilización acompañada desde todo el país y otros países de Latinoamérica en lo que se llamó el “Miércoles Negro”, el pasado 19 de octubre.
No sólo en la Plaza de Mayo, sino desde las plazas de todo el país, las mujeres marcharon otra vez diciendo basta de violencia y exigiendo de los poderes del estado un mayor compromiso en la erradicación de este flagelo.
Nuevamente la Sierra no fue ajena a la convocatoria y un grupo de casi 50 mujeres acompañó la propuesta marchando desde el arco de acceso al barrio hasta el mástil en riguroso negro.
USTED PREGUNTARÁ POR QUÉ MARCHAMOS
El “Ni Una menos, vivas nos queremos” es lo urgente. La movilización busca seguir visibilizando este problema que atraviesa a toda la población y que tiene como principales víctimas a las mujeres. La consigna lleva intrínsecos reclamos que giran en torno a cinco puntos principales:
– Implementación, sostenimiento y monitoreo del Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres.
-Garantizar el acceso irrestricto de las victimas a la justicia, con personal capacitado en cada Fiscalía y Comisaría y con asesoramiento y acompañamiento jurídico gratuito.
-Elaborar un programa de seguimiento de los casos de violencia de género, con estadísticas que permitan conocer la realidad de la problemática.
-Garantizar y profundizar la educación sexual integral en todos los niveles educativos, apostando a una educación para la igualdad y la erradicación del machismo y la violencia contra la mujer.
-Garantizar la protección de las víctimas de violencia, con el acompañamiento y contención que estos casos requieren y con un mayor seguimiento y monitoreo de los victimarios para garantizar el cumplimiento de las medidas restrictivas
PLAN NACIONAL DE ERRADICACIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Varios de estos reclamos fueron captados por el Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia de Género para el período 2017-2019, presentado por el gobierno nacional en agosto de este año y que busca hacer cumplir la Ley 26.485 que, a pesar de haber sido sancionada en 2009, no logró disminuir la cantidad de femicidios que se registran en la Argentina.
El Plan considera la asignación de un presupuesto específico de $750 millones para el Consejo Nacional de las Mujeres, de los cuales $600 millones se destinarán a la construcción de 36 hogares de protección integral para mujeres.
Además se crea el “Programa de Transversalización de Género en la Educación”, que busca incorporar perspectiva de género desde el nivel inicial hasta la educación secundaria y detalla distintos puntos para que esto se cumpla. Por ejemplo, que en los jardines se “desnaturalizen los roles de género desestructurando los modelos que asocian a las mujeres con el ámbito reproductivo (casa, cuidado, tareas domésticas, etcétera) y a los varones con el ámbito público (trabajo remunerado, profesional, empresario, etc.)”.
Por otro lado, en el área de Salud se prevé incorporar el parto humanizado y el protocolo de interrupción legal del embarazo como parte de los programas de las carreras de medicina y enfermería, entre otras.
Para proteger a las mujeres que sufrieron violencia machista, el plan busca incorporar tobilleras con geolocalización para el agresor y una aplicación para celulares que contará con un dispositivo de emergencia geolocalizable.
La línea 144, creada en 2013, es una línea gratuita para todo el país que funciona las 24 horas a la que se puede llamar para obtener asesoramiento y contención en casos de violencia machista. El plan establece que se expandirá esta línea con nuevo personal y más servicios, como la ampliación del sistema operativo para poder atender a mujeres con discapacidad o que no hablen castellano.
También se anunció que se brindarán microcréditos a mujeres en situaciones de violencia para que puedan desarrollar un emprendimiento que les genere libertad económica.
Mientras se espera la respuesta efectiva del estado, en los hechos y superando lo meramente programático, las mujeres continúan movilizadas, visibilizando y poniendo en la agenda diaria de la opinión pública y del estado los dolores de un conflicto que no entiende de clases sino de géneros.
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