LA DELEGADA MARINIER VOLVIÓ DE SU LICENCIA
A las pocas horas de retomar su puesto luego de la licencia, el Sindicato de Empleados Municipales transmitió su preocupación por el regreso de la delegada Stella Maris Marinier, adelantando que la semana siguiente podrían resolver medidas de fuerza. “Volvieron los aprietes y los malos tratos. La semana que viene vamos a tomar medidas”, adelantaron en el gremio que conduce Antonio Gilardi.
Durante los últimos meses, el gobierno municipal a fuerza de mandar caciques a la planta de la delegación, primero Carlos Irazoqui, luego durante la licencia el Director Martín Saavedra, mantuvo el statu quo bajando los decibeles en la relación con los empleados y con los vecinos, que fueron en peregrinación a ver al Director a cargo para encontrar el diálogo que no encontraban ni encuentran con la delegada.
Más allá de la inoperatividad que queda a la vista de todos y que Marinier defiende diciendo que “50 años de abandono no se solucionan en un año”, el principal problema de la delegada fue desde las primeras horas de su gestión la mala relación que tuvo con instituciones y vecinos de la zona.
Logró en pocas semanas enfrentarse y ganarse el rechazo de todos los que desde hace años, más allá de los escasos resultados, vienen intentando colaborar con las gestiones de turno para que la zona esté un poco mejor, esto hace evidente que la delegada tiene un problema para relacionarse con las personas en general. Probablemente estemos ante un caso de inestabilidad emocional natural, que hace que no pueda manejar situaciones de conflicto.
Lo que nunca se sabrá a ciencia cierta, es qué hace que el Intendente, a través de su representante en la zona, se enfrente él mismo a todos, haciendo oídos sordos a una catarata casi vomitiva de denuncias, críticas y reclamos, que además como pocas veces vienen desde todos los sectores, empleados, vecinos comunes, vecinalistas y políticos.
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