Por Libertad Magenta
Aunque algunos intenten negarlo ya empezó un año electoral que pinta confuso, muchos ya anunciaron candidaturas, sin embargo en el fondo sabemos que en muchos casos es para negociar y otros pasarán por la zaranda. No sólo hay pila de precandidatos en las distintas alianzas, si no que además dentro de los mismos partidos, por ejemplo en Juntos, el Pro tiene cinco precandidatos a gobernador y la UCR al menos uno y a esa alianza la integran todavía más partidos.
¿Por qué nos preocupan más los precandidatos a gobernador que a presidente?
Porque es el gobierno provincial el que tienen en sus manos la creación de nuevos municipios, que en definitiva significa mejorar la calidad de vida de los vecinos.
Si bien la mayoría alza la bandera de la autonomía municipal, a cientos de pueblos, y más aún en el interior de la provincia, la autonomía de los municipios no les cambia nada. Muy pocos son los que con convicción hablan de la necesidad de dividir partidos y crear municipios más pequeños y modernos, más aún si se les va a conceder el derecho constitucional de la autonomía.
La tarea que nos deberíamos plantear en esta campaña, es la de interpelar a los candidatos provinciales a que tomen postura frente a tantos pueblos abandonados por las administraciones de sus ciudades cabeceras.
Sierra de los Padres no es una excepción, somos un botón de muestra, somos una delegación más de las tantas que sufren la misma problemática en la provincia de Buenos Aires, la menos federal del país.
Es una cuestión de arraigo e identidad, de lugares que son completamente diferentes a las cabeceras que los administran, pero sobre todo tiene que ver con la distribución de los recursos y con la calidad de los servicios, con las obras que hacen posible que un pueblo crezca y se desarrolle. Es lo que define que tengan un hospital, un banco, calles y caminos decentes, un centro municipal de deportes, un teatro, oficinas públicas y cientos de cosas más. Es lo que hace que los vecinos dentro del mismo Partido no sean ciudadanos de primera o de cuarta.
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