Después de diez años de lucha, la provincia abrió la licitación para la construcción del edificio para la Escuela Secundaria N°50

La Escuela Secundaria N°50 de La Gloria de la Peregrina tendrá su espacio propio. Con un presupuesto de más de 395 millones de pesos, la construcción del edificio entró en el proceso de licitación dentro del Plan “Escuelas a la Obra” del gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Después de diez años de lucha toda la comunidad de La Gloria de la Peregrina y la zona recibió la noticia con profunda alegría y mucha ansiedad. El 5 de junio se conocerá si hay propuestas, de todas maneras sólo es cuestión de tiempo, “Lo más importante, es que el proceso está en marcha” aseguró el inspector a cargo de la obra, si este llamado quedara desierto en tres meses se hace una nueva convocatoria. El plazo de obra establecido en los pliegos es de 365 días.

En la mañana del 29 de mayo mientras los alumnos de la Secundaria 50 realizaban en el patio, hasta ahora compartido, de la Escuela Primaria N°46, el acto en conmemoración por el 213 aniversario de la revolución de mayo, a pocas cuadras, en el predio cedido por el municipio, el Inspector a cargo de la obra del nuevo edificio esperaba que se presenten las empresas oferentes.

Antes del acto pudimos hablar con el director del establecimiento, Fabricio Panasia, que dijo “Hace mucho tiempo, casi 10 años que se pide esto y desde hace pocos días que nos encontramos que se abrió la licitación para la construcción estamos todos muy contentos y ya estamos ansiosos, agradecidos con la comunidad y con las autoridades. Esta comunidad y toda la zona necesita mucho esta escuela porque la población ha crecido muchísimo. Ojalá se concrete pronto porque sobre todo los chicos están muy ansiosos.”
El acto fue sencillo, se los notaba impacientes en un ambiente cargado de alegría y anhelo, casi como agradeciendo y despidiéndose de un lugar que hasta ahora los amparó con afecto, la noticia los alegro y ahora están con la mirada puesta en el futuro, en su nueva escuela. Resonaban en el patio las estrofas del Himno mientras en los pasillos internos de la escuela se escuchaban las risas de los más chicos en el recreo, tuvieron mucho, demasiado tiempo para aprender a convivir, pero ya empezaron a gozar la certeza del espacio propio.

Al finalizar el acto, el director, el vicedirector y algunas madres, se acercaron al predio dónde se construirá la nueva escuela, allí se quedaron un rato expectantes a la espera de que aparezcan los interesados en la obra.
Durante la larga y frustrante espera pudimos escuchar al arquitecto David Adobbati, inspector a cargo de la escuela 50, que explicó que se encontraba en el lugar esperando la visita en obra para que las empresas oferentes se presenten a inspeccionar el lugar y evacuar dudas sobre el proyecto. También adelantó que es normal que a veces en el primer llamado no haya oferentes, pero que es importante no desanimarse porque el paso más importante ya está dado, la provincia aprobó el proyecto, abrió el proceso de licitación e hizo la reserva de fondos, si la apertura de ofertas del 5 de junio quedara desierta, en tres meses se vuelve a hacer otro llamado a licitación y asegura que “Lo más importante, es que el proceso está en marcha”.

LA OBRA
El lugar y fecha de recepción de ofertas es el 5 de junio de 8 a 10:30 horas en el Salón Albergucci de la Dirección de Cultura y Educación, en Avenida 13 entre 56 y 57 de La Plata y a las 13 horas se realizará la apertura y darán a conocer las propuestas. Las empresas interesadas pueden acercarse a la Dirección de Administración de Obras e Infraestructura Escolar, ubicada en la Calle 63 n°435 o enviar un mail a obraspublicas@abc.org.ar y el plazo de obra establecido en los pliegos es de 365 días.

El nuevo edificio, estará dispuesto sobre un lote de 30 metros de frente sobre la calle Río Lules, entre Río Atuel y Río Pilcomayo, justo al lado de la Iglesia nueva, y 98 metros de profundidad. Va a contar con seis aulas, biblioteca, sala multimedia y laboratorio; salón de usos múltiples (SUM) y patio, dirección, secretaría, sanitarios universales, preceptoría, sala de profesores, buffet, cocina, fotocopiadora, sala de auxiliares y centro de estudiantes.
El proyecto, que contempló los datos de la matrícula, el funcionamiento en dos turnos, y la condición de ruralidad, desarrolló una propuesta que permite el uso selectivo del edificio según el requerimiento, se plantea la división del programa en tres tiras paralelas de idénticas dimensiones y características constructivas, separadas por patios y vinculadas entre sí por semicubiertos.
En la primera banda se proponen hall, portería y auxiliares; SUM, Buffet y cocina.
En la segunda y la tercera 3 módulos áulicos, sanitarios y salas docentes y preceptoría, secretaria y dirección, fotocopiado y centro de estudiantes.
Cada tira consta de 3 módulos de “aulas” que en la primera tira equivale al SUM, medio módulo de Buffet y cocina (en la primera), área de gestión en la segunda y área para alumnos en la tercera. Medio módulo de circulación y vinculación entre las partes y otro medio módulo de servicios sobre el eje medianero (sala de auxiliares y portería; sanitarios; administración; sanitarios)
Se circulará sobre el sudeste de cada banda definiendo una fachada predominantemente cerrada por su orientación, con ciertas aberturas que posibiliten la ventilación cruzada. Hacia el noroeste se disponen los espacios áulicos, ganando el asoleamiento, pero teniendo muy en cuenta tamizarlo generando un semicubierto para evitar el sol directo y rasante de la tarde.
Un retiro, espacio abierto público, oficia de plaza de acceso, lugar de espera para padres, intercambio y transición con el entorno, un espacio abierto definido, acotado, resguardado en el entorno rural abierto, como antesala del hall, que luego invitará a tomar la espina circulatoria hacia el fondo del lote descubriendo patios intercalados por tiras que van de eje medianero a eje medianero y concluye en el patio posterior arbolado y en la cancha.

Obviamente la Escuela Primaria N°46, más allá de extrañar a sus ex alumnos, tendrá la posibilidad, luego de estirar los brazos como quien se despereza ocupando todo el espacio posible, de volver a acomodarse y recuperar también su espacio propio. La comunidad siempre estará agradecida por haberlos cobijado.