Columna de opinión: Rebelión bonaerense

Por Libertad Magenta

Esta es una nota publicada por el Portal Digital eleditor.com.ar, que decidimos reproducir porque como dicen, nadie es profeta en su tierra, y a veces pensamos que si leen lo que otros dicen y escriben sobre problemas e intereses comunes a los nuestros, tal vez empecemos a entender y a convencernos de que solo hay un camino, la separación, la creación de nuevos municipios.

Rebelión bonaerense
Por: Bruno Lazzaro

El 22 de diciembre de 2009, Lezama vivió uno de los momentos más felices de su historia. Ese día la Legislatura bonaerense aprobó, por 58 votos a favor, 21 en contra y una abstención, el proyecto para que la ciudad obtenga su autonomía administrativa y política y de esa manera se convierta en el municipio número 135 de la provincia de Buenos Aires.
No fue fácil. Las y los diputados de la UCR y del GEN apoyaron a la entonces intendenta de Chascomús, la radical Liliana Denot, para no permitir que el distrito de la famosa laguna pierda una de sus ciudades más importantes. Pero el esfuerzo no alcanzó y pese a que la jefa comunal amenazó con renunciar en caso de darse la escisión. Sin embargo, no lo hizo.
Desde ese día, la Provincia alcanzó la famosa suma total de distritos que la componen y pese a promesas que se dieron en los distintos gobiernos que se sucedieron ninguna otra localidad pudo avanzar en su pedido para lograr la independencia y ganar la representatividad por la que algunas vienen peleando desde hace décadas.
Con el objetivo de hacer visible el reclamo, la Asociación para el Reconocimiento de Nuevos Municipios, que agrupa a los distintos pueblos y ciudades que quieren dar el salto, realizará a fin de mes una movilización en la Ciudad de Buenos Aires para hacer oír su demanda.
La rebelión bonaerense comprende a más de 60 localidades, algunas de ellas ubicadas en el Gran Buenos Aires y otras en el interior. «La provincia de Buenos Aires hoy está trabada. Institucionalmente está pensada para no funcionar. Hay una especie de conciencia general de que algo hay que hacer porque no puede ser que el 30 por ciento de la población del país viva en el 1 por ciento del territorio bonaerense», sostiene Patricio Pro, titular de la asociación en diálogo con El Editor.
Y advierte: «Si la clase política no quiere encontrarse con fenómenos como el de Milei cada dos años va a tener que hacer algo. Estos fenómenos aparecen porque la política tradicional no da respuesta. Aunque sea por supervivencia tienen que hacer transformaciones que le sirvan a la sociedad y que el vecino vea que su vida cambia para bien».
Para tener una dimensión real vale mencionar que son parte de esta petición Banfield (Lomas de Zamora), Wilde (Avellaneda), Presidente Derqui (Pilar), Don Torcuato (Tigre), Lima (Zárate), Quequén (Necochea), Sierra de los Padres (General Pueyrredón) y Huanguelén, entre otras.
Este último con una particularidad única en la Provincia y en el país. Se trata de un pueblo que forma parte de cuatro municipios (Coronel Suárez, Guaminí, Daireux y general Lamadrid). La cuna del Pampa José Larralde.
No se trata de una lucha fácil. Muchos de los vecinos que iniciaron el reclamo en cada ciudad fallecieron sin ver reflejado un cambio y otros abandonaron la pelea al no poder alcanzar el objetivo. En la actualidad son, al menos, 45 las localidades que siguen firmes en la puja.
Para Pro «los nuevos municipios van a salir por consenso. Se tienen que poner de acuerdo los partidos políticos. En el gobierno de María Eugenia Vidal un diputado provincial me dijo que no quería dividir Pilar porque el intendente de ese momento, que era Nicolás Ducoté, era de su mismo color político. Y desde el peronismo local me dijeron que no podían avanzar porque iba a terminar en la típica idea de dividir La Matanza. Están adentro de una grieta, pero en estas cuestiones no hay diferencias».

Según el artículo 123 de la Constitución Nacional la autonomía concentra cinco dimensiones: institucional, política, administrativa, económica y financiera. El reclamo de las ciudades que buscan ser reconocidas buscan antes que nada poder ser gobiernos. «No se trata solo de una cuestión de recursos económicos. Hay cuestiones identitarias. El derquino no es pilarense. Es una identidad adversa. Somos comunidades hermanas, pero tenemos otra idiosincrasia», sostuvo.

El movimiento, claro está, genera intereses políticos. Sobre esto, Patricio Pro es claro: «Los oficialismos nos rechazan y las oposiciones nos reciben. Pero somos apartidarios».

Para cerrar, ejemplifica: «Francia es un poquito más grande que Buenos Aires y tiene 36 mil gobiernos locales. Italia y España son un poco más pequeñas y tienen 8 mil municipios. En Argentina, Córdoba tiene 425 gobiernos locales. El de Buenos Aires es el sistema municipal más atrasado, unitario y centralista de Latinoamérica».

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