CUERO, un festival que se hace tradición por fuera de los márgenes de lo comercial y las estructuras

“Las verdades no están escritas”, reza uno de los carteles de NANDON, carteles ubicados en distintos sectores del predio de La Casualidad, que recibió este 15 y 16 de enero más de 700 visitantes, y que buscan irrumpir en la cabeza del público.
Pero a pesar de coincidir con NANDON, vamos a tratar de escribir un par de verdades, Cuero es una obra de arte desde todo punto de vista, el entorno y la disposición del predio lo ponen a la altura de cualquier festival de renombre. Las bandas, los artistas, la comida de autor, la gente, la onda, todo lo coloca en situación de convertirse en un espacio alternativo que seguirá creciendo y haciéndose reconocido en poco tiempo.
Todos los estilos pasan por el escenario y fuera de él, rock, indie, electrónica, pop. En cada rincón se encuentra un grupo, una guitarra, un clown, zapadas y bandas, artistas y artesanos por todo el predio.
Entre las bandas que participaron se encontraban Las Ligas Menores, Telescopios, Joaquín del Mundo, Melanie Williams, 107 Faunos, Bsides, El Príncipe Idiota & Tingo Pels, Maia Monaco, Crew Rod, Mandiboola, RARA, FRANIVV, Seba Toyos, Selva, Buenos Vampiros, Tick Toper, Juan Baro, Fede Martín y Fisu Viola y los escenarios principales estuvieron musicalizados por Tundo MS, la Jam de DJs y ManoFunk. También el local, Alan Grassi, sorprendió como invitado para la banda de Fisu Viola, en los teclados, para despuntar el vicio en su segunda vez en el escenario de Cuero.
Desde el escenario, Melany Williams, decía “Que buen lugar este donde cada uno brilla a su manera única y especial, que buen espacio para inspirarnos” y después nos contaba “Me inspira ver las cualidades distintas de los que pasan por el escenario y fuera de él” agregando “Somos una comunidad musical, estamos jugando y disfrutando”.
En las tardes hubo lugar para presentaciones teatrales, performances de movimiento y artes circenses a cargo de Matías Basi, Campo Festival y Compañía Fénix Circo.
Y la noche del 15 cerró con una fiesta que llaman “Sigilosa”, muy amigable con el entorno y con los serranos, a partir de la una de la madrugada, los participantes se calzaron los auriculares y pudieron elegir entre tres canales en simultáneo, donde se pudieron disfrutar a tres referentes de la escena electrónica local y bonaerense, en vivo: Your Mama Naked & Fiamma Abruza, Manu Wahr & Basileus, Vicky Jauregui & Agonista, la apuesta derivó en una intervención donde un montón de gente elegía y cambiaba de frecuencia, bailando cada uno en la suya pero en comunión. Compartiendo la experiencia y dejando que la música pasara por su cabeza y por su cuerpo, «muy black mirrow, superó mis expectativas» decía uno de los participantes que vivió ese fin de semana su primera experiencia Cuero.
Gastón, Cristian y Agustín, amigos y ex alumnos del Colegio Illia, son las mentes detrás de Cuero y buscaron en esta herramienta una estrategia para darle continuidad a la noche sin perturbar la paz serrana “buscamos que todo sea en armonía con el entorno y la naturaleza y el público nos acompaña” nos decían, para luego contar “hay un grupo de personas muy comprometido con este festival y nuestra idea no es hacer de Cuero un festival comercial sino darle a la escena artística local un espacio alternativo de contención y difusión, Cuero es comunidad” así explicaban el concepto y concluían diciendo “nos gustaría tener más participación de la comunidad serrana y por eso este año lanzamos un dos por uno para los locales, queremos que la gente conozca y viva la experiencia y se apropie de la idea, hay muchas personas que llegan sin saber que es Sierra de los Padres y se sorprenden con lo que encuentran, el GPS los trae por caminos rurales, con paisajes desconocidos en el circuito turístico tradicional y creemos que lo que iniciamos le puede hacer un gran aporte a la zona”.
Y en este sentido una entusiasmada joven, que viene desde la primera edición y convence a más personas de que se sumen a la movida, desde su lona en el amplio predio, acompañada por un nutrido grupo, cada uno con su mate, nos decía «el que viene vuelve y trae a otros».

Destacado: La limpieza del predio después de 36 horas de un festival con más de 700 personas, la limpieza de los espacios comunes, el ambiente relajado y la armonía con la naturaleza.

Es por ahí…

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