El municipio avanza en un proyecto para intervenir en el centro comercial de Av. Argentina

El jueves 24 de febrero, tal vez podría marcar en el calendario del barrio Sierra, el nuevo inicio de algo que se viene gestionando desde hace años.
En una reunión de la que participaron el secretario de gobierno Santiago Bonifatti, el secretario de obras Jorge “Guasa” Gonzáles, el delegado de Sierra Julio César Romero y Pablo Rescia director general de ordenamiento y planificación estratégica, el municipio presentó ante un grupo de vecinos y comerciantes un proyecto para intervenir las cuadras del centro comercial de la Avenida Argentina.
Antes de la presentación, tanto Bonifatti como González adelantaron que se trataba de un ante proyecto que se iría revisando y modificando con la participación y las intervenciones de los vecinos.
TRÁNSITO LENTO
Hace apenas unos meses, en octubre, decíamos el centro es una anarquía y traen a tránsito para hacer multas y ocupar el único espacio de la delegación donde podemos tener reuniones en un lugar neutral a todos, vecinos, entidades, barrios…. Y lo hicieron sin ver antes esta necesidad de ordenar primero, un espacio para el área, calles transitables, señalizadas y con veredas seguras. Vienen a recaudar, pero no a invertir.
Muchas veces en estas páginas dijimos que el municipio no invertía en la zona ni siquiera en planificar, y nos referíamos precisamente a esto. En esta oportunidad pudimos ver un proyecto pensado y dedicado a resolver los problemas históricos del centro de Sierra.
No sólo cambiar la cara de entrada al barrio, sino generar un espacio sin barreras para recorrer esas cuadras sin obstáculos, para transformarlas en un paseo más amigable y seguro para los peatones.

NADA ES PARA SIEMPRE
Algunos comerciantes plantearon como un inconveniente la reducción en las plazas de estacionamiento y otros sugirieron para compensar, ampliar el proyecto hacia las calles transversales, con estacionamiento a 45 grados sobre los frentes comerciales.
El proyecto requiere necesariamente repavimentar las arterias sobre las que se intervenga ya sea para estacionar, transitar, etc., demarcando cruces y sendas peatonales.
Obviamente esto aumentaría los costos, pero no podemos luego de décadas de no hacer nada, hacer algo a medias, que inmediatamente va a ser insuficiente, una vez que van a hacer algo tenemos que pedir como si fuera para siempre.
No somos la peatonal, la costa o Güemes, no van a venir a mantener o mejorarla cada dos años, esta obra debería ser pensada para perdurar como las pirámides, eternas.
El proyecto se realizó tomando exclusivamente el espacio público, respetando la línea municipal, es decir no afecta la propiedad de los frentistas y es cuidadoso con los protagonistas de las veredas, los peatones.

OJO AL PIOJO
En cuanto a cómo sería financiado, los funcionarios reconocieron que hasta que no esté el proyecto final no tendrán el presupuesto para evaluar la posibilidad de conseguir los recursos de quién sabe dónde, y la otra forma sería que lo paguen los frentistas como contribución por mejoras, cosa que requeriría de la apertura de un registro de oposición.
Pero por ahí, entre otras cosas, se oyó deslizar las palabritas presupuesto participativo, el mismo, bastante escaso por cierto para la gran zona que abarca, depende de la votación de vecinos de muchos otros barrios y no parecería tampoco justo que se destine a una única obra, en uno de los barrios generalmente más beneficiados sobre el resto.
Habrá que patalear para que consigan los fondos de algún otro lado para intervenir en un espacio en el que, además de ser la cara más visible de la zona turísticamente hablando, hay tres escuelas, bomberos, policía y los únicos cajeros automáticos, único servicio bancario en esta mitad de General Pueyrredon.
Habrá como siempre, que presionar y seguir golpeando puertas para que no sea sólo un proyecto.
A cruzar los dedos.

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