Es difícil hablar de las cuestiones que nos preocupan en lo local, en un contexto nacional tan preocupante como agobiante, tanto en lo económico como en lo político.
Hablar de nuestros problemas, de infraestructura, de servicios, tratando de abstraerse de la situación que atravesamos como país, en este momento, en el que otra vez aparecen los cacerolazos, otra vez tenemos la sensación de que la Argentina se hunde con todos nosotros adentro, sería una frivolidad.
Y en realidad lo que queremos, es retractarnos, hace apenas un par de meses escribíamos una editorial “Re localistas” y nos declarábamos fanáticos de lo local. Pero casi inmediatamente nos dimos cuenta que en realidad estamos hartos de los fanatismos, hartos de los super anti y de los super pro. Hastiados de la falta de objetividad, donde todo es blanco o negro, donde si sos radical sos anti peronista y si sos peronista sos anti radical, si sos de river odias a los bosteros y si sos de boca va de retro las gallinas.
La parcialidad con la que tratamos o nos referimos sobre aquellos que por una o mil razones nos merecen o merecieron algo de simpatía y con la que tratamos a esos otros que a veces sin mediar razones y fundamentos se ganaron nuestra antipatía y hasta nuestro desprecio, es casi inhumana. No somos capaces de separar lo personal, del rol, el desempeño y los resultados, no nos permite ver con claridad la realidad.
Necesitamos como argentinos empezar a ver las cosas, a analizarlas, fuera del ámbito de lo personal, no puede ser todo una cuestión de piel. Necesitamos leer entre líneas, escuchar las dos campanas, razonar y desde ese lugar emitir un juicio de valor pero en serio.
En lo local, llamémoslo delegación, nuevo municipio, club, sociedades de fomento, cooperativas, bomberos, no todo es totalmente bueno ni totalmente malo. En lo nacional, hoy jueves 30 de agosto a las 21,30 horas, habrá que esperar.
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