Recordábamos ese viejo cuento de los monos, sí, esos que no comían bananas aún cuando ninguno de los que quedaban en la jaula habían tenido la experiencia de un remojón, era simplemente por costumbre, y nos preguntábamos que otro motivo hace que creamos lo que a todas luces es una burda patraña.
Y apareció esta leyenda, que no es de un filósofo o pensador, obvio no es de un político, ni de un escritor, es de un pintor, Jean-Léon Gerôme, quien en 1896 pintó a la “La verdad saliendo del pozo”, primero léanla y después cada uno saque su propia moraleja.
«Cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron.
-Buen día. Dijo la mentira.
-Buenos días. Contestó la verdad.
-Hermoso día. Dijo la mentira.
Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.
-Hermoso día. Dijo entonces la verdad.
-Aún más hermoso está el lago. Dijo la mentira.
Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió.
Corrió la mentira hacia el agua y dijo… -El agua está aún más hermosa. Nademos.
La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira.
Ambas se sacaron las ropas y nadaron tranquilas.
Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.
La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla.
Es así como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo.»
Podríamos hablar de nuestros vecinos, de nuestras instituciones más cercanas, de política local y hasta internacional y podríamos hablar también de la información, los medios de comunicación y las redes sociales o el famoso me dijeron.
Qué nos asusta de la verdad, que como dice Serrat “… lo que no tiene es remedio”. Preferimos escuchar y creer la mentira disfrazada a aceptar que alguna vez, en algún lugar del camino nos horrorizamos de ver cara a cara la verdad al desnudo.
Es momento de hacer un mea culpa y reconocer que nos venimos equivocando fiero, nos abrazamos y besuqueamos con la mentira y denostamos la verdad por lo que nos dicen o porque no nos cae bien.
Bajando a tierra, a nuestra tierra, la oportunidad histórica, de que nuestra delegación se convierta en municipio es hoy, es ahora.
Escuchamos a los agoreros que sólo se quedan en que hay cambiar al Delegado o elegirlo, como si con eso pudiéramos cambiar algo, a los que se preguntan si nos vamos a poder mantener solos o a los que dicen que es para pagarle sueldos a más vagos y políticos y no miramos alrededor y vemos la verdad al desnudo de cómo estamos. Seguimos creyendo en los que, es claro, que ya nos mintieron, o nos enfrentamos a la verdad y reconocemos que igual pagamos sueldos, que igual hoy Mar del Plata no nos mantiene, que peor no vamos a estar y que juntos, administrando lo nuestro tendríamos al menos una posibilidad de estar mejor.
Nos involucramos, participamos, hacemos marchas, peregrinaciones, cortes de ruta o lo que haga falta ahora para lograrlo, o tal vez, esperemos que no, en 10 o 20 años estemos igual o peor y arrepintiéndonos de haber dejado pasar este momento.
Por nuestros pibes, por nuestros abuelos, por la salud, por los servicios, por nuestras calles y caminos, por nuestros productores, comerciantes, empresarios, por todos y cada uno de nosotros y de nuestros vecinos, este es el momento.
Fuerza serranos!
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