Columna de Opinión: Free Buenos Aires

Por Libertad Magenta

Durante el mes de noviembre, en pleno proceso electoral y tras el homicidio del kiosquero Roberto Sabo, el reclamo por la inseguridad se extendió por todo el conurbano bonaerense, en ese contexto nos desayunamos con la noticia que desde la localidad de Ramos Mejía surgió la iniciativa de pedir la separación de esa ciudad del Partido de La Matanza, también llamado “la quinta provincia electoral”, por su padrón de 1.1 millones de electores.

La realidad de ese Partido no se ajusta a la del Partido de General Pueyrredon, porque si bien a nivel poblacional estaríamos en similares condiciones, a nivel extensión territorial nuestro Partido cuadruplica al matancero, pero bien sirve de ejemplo ya que hay muchas similitudes en los planteos que se generan en los municipios elefantiásicos de la Provincia de Buenos Aires por las desigualdades en la atención de las distintas localidades que conforman los distritos.

En el caso de La Matanza algunos vecinos iniciaron un pedido de firmas a través de la plataforma change.org que a la fecha reunió más de 11mil voluntades y bajo la consigna Free Ramos, fundan el pedido con argumentos válidos tales como “El voto de Ramos Mejía tiene escasa relevancia en la totalidad del Partido el cual conforma” … “El extenso territorio del partido La Matanza hace que la localidad reciba poca atención de su Gobernante dado que las otras localidades conformantes tienen mayores necesidades, problemáticas y desafíos distintos” …

“Los Vecinos piden su autonomía. Que sus recursos sean para la ciudad y no para que sean redirigidos a otras localidades del Partido. Sus vecinos quieren la independencia política y económica de su ciudad” … “Que sus recursos no sean para una caja única de la política del corazón del Partido de La Matanza. Los vecinos queremos nuestra libertad económica y política de nuestra localidad” … “Queremos que nuestros impuestos y actividad productiva sean destinados al mejoramiento del espacio público, espacio cultural, policía y destacamentos policiales, educación, vialidad, alumbrado y mejor calidad de vida general para los habitantes de Ramos Mejía”. Nada nuevo para los lectores de esta columna, nada diferente de lo que piden Huanguelén, Barker, Quequén o Sierra de los Padres, pero en el centro del debate y en el Partido con mayor trascendencia de la Provincia la cuestión tomó vuelo.

En ese entramado algunos Diputados bonaerenses de la oposición presentaron un proyecto de Reforma de la Constitución Provincial para incorporar la tan mentada autonomía municipal pero un documento titulado “La deuda pendiente” del comité de La Matanza de la Unión Cívica Radical trasciende y con excelentes argumentos remonta la fallida división de ese distrito, así en uno de sus párrafos puede leerse “La Provincia de Buenos Aires con sus 307.000 km2, ofrece a los bonaerenses partidos centralizados que asfixian a las localidades más alejadas de su cabecera, por lo tanto, es vital tener en cuenta incluir en el proyecto: La Creación de nuevos municipios los que tendrán mayor proximidad, atribuciones y funciones que alentarán la participación, el control y la transparencia rompiendo con ese centralismo unionista, propagando un verdadero federalismo que posibilitará romper desigualdades y desarrollar administraciones más cercanas a los vecinos” y luego de un pormenorizado análisis concluye “podemos inferir que desde un punto de vista económico es absolutamente viable la creación de nuevos municipios, y desde un punto de vista político se hace indispensable que exista una mayor representatividad por parte de los departamentos legislativos de los municipios, para que puedan atender de una manera adecuada las necesidades de los vecinos.

Insistimos que no existirá autonomía plena sin la posibilidad de que los ciudadanos bonaerenses puedan organizarse políticamente en comunidades más pequeñas, de mayor cercanía que afiancen las relaciones de vecindad”.

Ya explicamos en esta columna que no es lo mismo autonomía municipal que creación de nuevos municipios y claramente no habrá real autonomía ni se honrará el concepto de municipio mientras hablemos de estados distantes de sus poblaciones, será hora entonces que nuestros legisladores escuchen los gritos desesperados de vecinos de distintos rincones de la provincia que claman por la autonomía municipal pero por una autonomía real en manos de municipios más pequeños y con gobiernos de proximidad.

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