Editorial: Juego de roles

Se ve que la primavera moviliza las fuerzas regenerativas, no solo de la naturaleza si no también de la sociedad. Este fue el mes aniversario de la Escuela Secundaria N°13 de Sierra, del Jardín de Infantes N°918 de Gloria de la Peregrina, del Grupo Scout Nuestra Señora del Pilar, es la fiesta patronal de la parroquia, el aniversario de la Sociedad de Bomberos Voluntarios, de la Cooperativa de agua, cumplieron dos años el Club Brown y el Ciclo de Charlas Voces de la Sierra y en noviembre continúan los aniversarios y festejos.

Imagínense si sólo en octubre ocurrieron todos esos sucesos y más, la cantidad de entidades que faltan y acontecimientos a lo largo del año. Agrupaciones ecologistas, entidades fomentistas, escuelas, jardines, clubes, ferias, ahora vuelve el Talento Serrano que tanto se extrañaba.

Cada entidad, tiene su propia identidad, cada evento, tiene su repercusión y sus adherentes en diferentes sectores, de acuerdo a sus gustos, sus necesidades, sus edades.

Ninguna necesita gerenciamiento, por suerte esa época se superó en nuestra zona hace muchos años, cuando los que se creían patrones de estancia cayeron en desgracia. Hay algunas de ellas con personalidades más autoritarias, que por un lado, encuentran satisfacción en la sumisión a la autoridad, aunque ésta no nos resuelva los problemas, y por el otro, son las mismas que no tan sutilmente pretenden manejar y hasta fagocitar, si pudieran, a otras que las creen más débiles o sumisas. Quieren manejarlo todo, imponer sus ideas, sus reglas, se creen las elegidas, cuando en realidad se eligen ellas mismas.

Pero cada grupo, cada asociación, formal o no jurídicamente, cumple un rol, sirve a la comunidad en diferentes aspectos y de distintas maneras, a veces transitoria, con un objetivo específico y cuando lo logran sigue cada uno en lo suyo. Otras permanentes, o que al menos perduran más en el tiempo, como las escuelas, los clubes, los fomentistas, los scouts, los bomberos, las cooperadoras de padres y cooperativas, tienen cada uno su rol, lo pueden cumplir ante la comunidad mejor o peor, pero es su ámbito, su espacio de acción.

No puede pretenderse manejar una comunidad en todos sus aspectos, en todas las áreas, abarcar todos los roles o intentar ser su titiritero. Después de eso vienen los desamores y los fracasos. Además, el que mucho abarca poco aprieta.

 

Miriam Leo
miriamleo@sierradelospadres.com.ar

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