Editorial: Popurrí

Febrero fue un mes cortito pero rendidor, pocas veces postergamos tantos temas importantes, no de manera definitiva, sino para más adelante, pero para que quede en la memoria no podemos dejar de mencionarlos al menos al pasar.

Este mes, muchos vecinos del barrio estuvieron sin agua durante varios días, no había ola de calor y sin embargo lo que desde la cooperativa venían anunciando pasó.
Si piensan que, porque digan que queremos quedarnos con el agua, cosa que hasta suena ridícula, nos vamos a callar se equivocan y además no tienen memoria.
Este medio, se podría decir que nació -hace 22 años- gracias a la cooperativa, a la estafa de las tarifas ilegales, a los desmanejos de los sucesivos consejos de administración y de sus gerentes, gracias a síndicos que no eran socios, a su creencia de que eran los patrones del barrio y podríamos seguir.
También debemos reconocer, que después de mucha lucha, aparecieron vecinos que limpiaron su nombre y reivindicaron a la entidad, pero lamentablemente esta última gestión está demostrando no estar a la altura de lo que se espera de una “cooperativa” de un servicio público esencial como es nada más ni nada menos que el agua.

Y hablando de servicio público esencial, más allá del descomunal apagón de EDEA, olvidándonos de ese hecho puntual, el servicio está cada vez más deteriorado, golpes de alta y baja tensión, otra vez cortes cada vez que caen dos gotas o sopla una brisa leve. Las guardias, que vienen de Mar del Plata, pueden tardar horas en resolver los inconvenientes, que en definitiva se producen por falta de mantenimiento e inversión.

Otro tema que no queremos dejar pasar es el de los vándalos, los estúpidos vándalos, vivimos en un lugar donde, bien o mal, o más o menos, se mantiene y se hacen cosas a pulmón, a pulmón de vecinos que trabajan gratuitamente, ponen carteles, arreglan parques y plazas, gestionan mejoras para el barrio y vienen, no sabemos cuántos, ni de qué edades y rompen, destruyen, el trabajo de otros. Pasó con los carteles en las garitas que intervino la comisión de género de la Red Juntos Podemos, pasó con los de velocidad máxima que puso la Sociedad de Vecinos en la calle Arturo, pasa con la basura que dejan en todas las plazas de la zona.

¿Entienden esos inadaptados el sacrificio que hacen esos vecinos?
¿Alcanzan a comprender el desánimo y la indignación que provocan en todos los que valoramos el esfuerzo que hacen? O es que son tan increíblemente idiotas como dañinos y no se dan cuenta de nada.
No podemos entender cual es la diversión o el placer que encuentran en destruir, nos preguntamos si hacen eso en sus casas, si les resulta gracioso, pero si de pura casualidad, alguno está leyendo esto, en caso de que no sean tan tontos como para saber leer, entiendan que no, no es gracioso para la enorme mayoría y causan mucha pena y fastidio y ustedes mismos dan lástima.

Y para cerrar con cosas un poco más pum para arriba, a no dormirse con el presupuesto participativo, a empezar a romper las pestañas con el proyecto del centro de Sierra, a reclamar por más médicos y servicios en el CAPS, no se olviden que el Censo 2022 se puede hacer digital y empieza el 16 de marzo y por último, gracias a los bomberos que viajaron a Corrientes, pero sobre todo gracias a todos los que integran la entidad, a los que están en la acción y a los que están detrás de escena, porque acá están siempre.
Como dicen ellos, todo el año las 24 horas.

Miriam Leo
miriamleo@sierradelospadres.com.ar

1 comentario para 'Editorial: Popurrí'

  1. Juan V. dice:

    Nada hacen bien en esa cooperativa ni el agua ni internet ni atender a los socios. No sé que espera osse para intervenir. Una auditoria hace falta con el agua más cara del pais.

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